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Everest: Disfrutando de la Vida

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Cuando Al Everest llegó a los 49ers como coordinador de equipos especiales este verano, el trajo un muy único y diverso pasado como entrenador con él a San Francisco, justo con una igualmente colorida colección de frases contagiosas.

En las instalaciones de Santa Clara, cada uno - joven, viejo, hombre o mujer ha recibido su típico saludo, y si estableces una conversación de más de cinco minutos de duración con él, seguramente podrás oir algunas más de sus frases favoritas.

"Mi papá las tiene, mi hermano las tiene, pero la mayoría de ellas son de sentido común. Son como Bumismos", refiriéndose al que fuera entrenador de la NFL Bum Phillips, con quien el papá de Al, Andy, entrenó en New Orleans en el inicio de los 80s. "Una de las más grandes es 'entre menos digas, menos tendrás que retirar'. Eso es algo muy bueno de decir pero sólo es sentido común".

Sentido común es algo que alejaría a la mayoría de las personas de una profesión cargada con tan poca seguridad, pero uno de los lemas favoritos de Everest para vivir es que la vida debe ser disfrutada, no aguantada. Y para bien o para mal, el football ha dado a Everest disfrute puro y de por vida.

"Mi papá era entrenador, así que no recuerdo jamás NO ir a los juegos", dijo Everest. "Por supuesto, en ese entonces pasé mucho tiempo debajo de los blanqueadores buscando por cambio suelto o algunas otras cosas divertidas que se pudieran caer de los bolsillos de la gente. Pero siempre ha sido parte de mi vida y lo amo. Es la emoción y el desafío, y a este nivel, es el trabajar con los mejores atletas, competir contra los mejores atletas cada semana. No podría ser mejor".

Cono titular en la posición de safety por dos años en la Southern Methodist University de 1970-71, Everest se ganó el apodo "Sucio Al", por su facilidad de dar grandes golpes a oponentes que no lo sospechaban. Es un nombre que se ha quedado a través de muchas paradas como entrenador en una carrera que pasa los 35 años.

Tras concluir su grado, el "Sucio Al", se quedó en la organización de SMU bajo el entrenador Hayden Fry y el entonces coordinador defensivo Bum Phillips como un asistente graduado asignado al equipo novato. Después siguió con Fry en North Texas por otras dos temporadas, de nuevo como A. G. pero esta vez trabajando con los ala cerrada y los defensivos profundos, mientras que estudiaba su maestría.

Everest disfrutó de su primer empleo pagado en la Cameron University en Oklahoma, entrenando a los defensivos profundos en el otoño de 1974 así como apoyando como el entrenador de baseball. Fue algo que no duró mucho.

"No lo estaba disfrutando", dijo Everest. "Sin embargo no había más trabajos en el football en ese entonces, así que llamé a mi papá para que lo supiera primero de mí y le dije que iría a Colorado a atender un bar y esquiar. Realmente disfrutó diciéndome que debería ser bonito estar retirado a los 25, pero yo realmente no estaba disfrutando de mi tiempo en Cameron".

Everest tomó otra decisión unos meses después cuando se dirigió a la Ciudad de Mexico para trabajar para la American School Foundation, un programa exclusivo que sirvió a estudiantes K-12.

"Era una aventura y una oportunidad para entrenar así que fui", recordó Everest. "Yo era entrenador asistente y enseñé PE por un año y entonces me convertí en entrenador y director atlético. Fue grandioso. Me encantaba enseñar y era buenos y disciplinados muchachos".

Everest se vió tan envuelto en lo académico y en la enseñanza durante sus cuatro años en la Ciudad de Mexico que decidió inscribirse en la US International University en San Diego en el otoño de 1981 para que pudiera obtener su doctorado en Administración Educativa. USIU había dejado el football un año antes, pero cuando su entrenador de baseball murió en un accidente automovilístico, Everest firmo como el entrenador interino. Cuando terminó su carrera en 1987, él seguía dirigiendo al equipo de baseball en la Division I.

"Extrañé el football durante ese tiempo, pero me gustaba mucho entrenar en baseball porque puedes perder uno y jugar más tarde y ganar el segundo y no pasar esa larga semana de la derrota. Es un deporte distinto. En el football te sientes suicida por una semana o te sientes el rey de la semana. En el baseball, las altas y bajas pasan mucho más rápido".

Everest regresó al football en el otoño, sirviendo como el coordinador defensivo de su hermano Tom en Escondido High School por un año antes de ir con su papá a entrenar a Italia para los Legnano Frogs durante la primavera de 1988.

"De hecho estaba llevando a mi papá a Los Angeles antes de que terminara escribiendo mi propio currículum en una servilleta en Denny's para Bob Frasco. Tres o cuatro días después ellos me llamaron y estaba en camino a Italia para entrenar para la Federación Italiana de American Football. Esto fue mucho antes de que tuvieran NFL Europa, y realmente era sólo su propia liga".
A diferencia de su papá que fue a Italia sólo para tener algo que hacer, Al necesitaba un trabajo pagado, así que el dueño de los Frogs lo contrató para dirigir su equipo de mejos de 18 que jugó en el otoño.

En 1991, Everest fue nombrado el entrenador de los Pesaro Angels. Esta vez, trajo consigo a su papá como su coordinador.

"Pasamos un gran momento, pero era diferente", dijo Everest sobre su etapa dirigiendo en Italia. "Me había vuelto muy fluido hablando español al vivir en Mexico pero tenía que entrenar en Italiano. Cada noche iba a casa con mi diccionario y buscaba las palabras para la siguiente práctica. Mis jugadores lo llamaban el lenguaje de Al porque realmente era una parte de Español, Inglés e Italiano todo mezclado".

Tras una temporada con los Angels y un total de tres años fuera, Everest regresó a los Estados Unidos y trabajó por unos meses como buscador para la Pro Football Spring League. Su siguiente posición, como entrenador secundario para los Arkansas Miners fue incluso más corta cuando la liga terminó a las seis semanas del campo de entrenamiento.

El resto de 1992 fue un periodo de pruebas para Everest quien trató con el cierre de otra liga y una posición en Sudamérica.

Dick, el papá del entrenador en jefe Mike Nolan afortunadamente lo contrató como su coordinador ofensivo en San Antonio Force. Dick supo de Al desde su momento como entrenador de los 49ers, cuando el equipo tendría su campamento, organizado por el papá de Al en Santa Barbara. Desafortunadamente, ese equipo también terminó tras una temporada, dejando a Al buscando trabajo.

Con tanta inestabilidad entrenando, Everest decidió que era tiempo de poner su doctorado en uso y pronto se reubicó fuera del país de nuevo, esta vez en Asunción Paraguay (Sudamérica) para otra experiencia enseñando.

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"Creí que enseñar sería más estable, pero mi tiempo ahí duró seis semanas antes de que tuvieras rifles y estuvieran disparándole a su dictador, así que me fui de ahí", dijo Everest. "Pero antes de ir ahí, habíamos rentado nuestra casa y vendido nuestros autos, así que tuve que encargar a mi esposa y a mi hija de cuatro años de vuelta con Bonnie y Andy. Pedí prestado el camión de mi padre y conduje por todo Texas buscando un trabajo. Finalmente me contrataron en la Colony High School de Lewisville, Texas, como el entrenador de 9o. grado de baseball".

Everest pasó dos años en ese nivel antes de unirse al equipo de Jack Pardee en los Birmingham Barracudas de la CFL, que es en donde él establecería su nido como entrenador de equipos especiales.

"Jack realmente entendía a los equipos y me ayudó mucho", dijo Everest. "En la CFL, sólo hay tres oportunidades así que hay muchas más jugadas de equipos especiales. Es realmente un reto entrenar equipos especiales en esa liga y creo que me dió unas bases sólidas".

Los cinco equipos de expansión de la CFL, seguramente lo adivinaron, terminaron desapareciendo pero Everest iría a entrenar los siguientes diez años consecutivos en la NFL, cuatro temporadas con los Arizona Cardinals y entonces seis temporadas con los New Orleans Saints.

Del 2000 al 2005 Everest construyó una agresiva y estelar unidad de equipos especiales en New Orleans. Durante ese periodo, mandó a tres jugadores al Tazón de los Profesionales y disfrutó de una increíble campaña en el 2002 cuando su unidad tuvo tres regresos de anotación, bloqueó cinco patadas y forzó una intercepción para anotación mientras presionaban en un despeje. Los esfuerzos de Everest fueron reconocidos por sus colegas entrenadores ese año cuando votaron por él como el Entrenador del Año de Equipos Especiales.

Bajo la continua dirección de Everest, la unidad rompió muchos récords de la franquicia y en 2003 los Santos lograron tres juegos consecutivos con un gol de campo bloqueado, la racha más larga en la NFL desde 2000.

Everest continuó manejando a la eficiente y bien lubricada unidad de equipos especiales hasta que el periodo del entrenador en jefe Jim Haslett en New Orleans teminó tras la temporada de 2005. Aunque su carrera se estabilizó durante esos seis años, en casa Everest estaba enfrentando las dificultades de ser un padre soltero de una hija de 8 años.

"Esta profesion es una rutina real, pero tenía que llevarla a preescolar a las 6:30 de la mañana y tenía que estar ahí a las 6:00 PM para recogerla o la habría perdido, y no iba a hacerlo", dijo Everest. "Me volví muy eficiente como entrenador durante ese tiempo. No hablaba por teléfono, no me metía con la computadora, sólo mantenía mi cabeza abajo y hacía mi trabajo. Los jugadores sabían lo que estaba pasando y fuimos muy buenos".

La familia siempre ha sido una prioridad para Everest, pero durante la pasada temporada mientras estaba fuera del football, pudo realmente dedicarse a sus padres, su esposa Mischelle y sus dos hijas de su matrimonio.

"Fue la primera vez que realmente pude pasar las fiestas con mi familia", dijo Everest. "Mi hija mayor ya tiene 18 y pude ir a que se estableciera en la escuela en ASU, colocar sus muebles y cualquier cosa que necesitara para su departamente, y realmente quería hacerlo. Simplemente disfruté estar ahí para mis niñas. Puedes enviar dinero, puedes hablar sobre amarlas, pero tienes que ser parte de su crecimiento. Realmente me sentí bien tras ese año en el que pude hacer esas cosas que necesitaba hacer y que quería hacer".

Tras el año fuera, Everest se siente más fresco y con la cosquilla de volver a entrenar y el trabajo con los 49ers parecía ajustar sólidamente ya que en muchas formas era como volver a casa. Adicional a los lazos con Mike Nolan tras trabajar con su padre, durante sus años preadolescentes Everest vivió justo en el camino en Palo Alto cuando su papá entrenó en Stanford. Una de las ventajas del trabajo de su padre era que Al podía participar en los campamentos gratuitos en la Universidad.

"Ellos ofrecieron dos semanas de sesiones y te podías quedar en los dormitorios así que firmé para cada deporte - pista, bastketball, natación, buceo, football - todos ellos", dijo Everest. "Me encantaba, y fue grandioso porque realmente pude aprender algo de los mejores entrenadores".
Ahora Everest es el que hace la labor de entrenador, con un toque que refleja su pasado en la educación.

"Voy a ser en lo mínimo un hombre de esquemas, es bueno eso, pero pasaré la mayoría de nuestro tiempo reservado para equipos especiales enseñándoles técnicas y cómo ganar esas batallas individuales. Siempre le digo a mis muchachos que Karate Kid es una película de diez minutos si no tuviera que aprender a encerar y a pulir. Soy de la vieja escuela en ese sentido porque quiero enseñarlos a ser mejores jugadores. Yo sólo tengo mucho timpo así que tendré que ir con menos esquemas y más enseñanza o más esquemas y menos enseñanza, así que enseñaré más porque quiero que ganen".

Esta primavera Everest tiene 15 minutos reservados para él durante las OTAs. Durante el campo de entrenamiento cuando el equipo tiene dos prácticas por día, Everest recibe sólo 10 minutos en cada práctica. En días con sólo una práctica equipados, Everest tendrá diez minutos en la mañana y una hora en la tarde. Una vez que la temporada empiece, él tendrá 30 minutos por día. Con tan limitado tiempo para practicar, la porción de Everest es normalmente uno de los más periodos de práctica más intensos.

"No tenemos mucho tiempo para trabajar así que tenemos que movernos rápidamente, pero es también por el tiempo de energía necesitada para jugar en equipos especiales. Todo es a velocidad total. Cada jugada es a 40 o 50 yardas de donde nosotros estamos. La mayoría de las jugadas ofensivas o defesivas duran 3.5 segundas, mientras que las jugadas de los equipos especiales pueden durar de entre 7.5 a 12 segundos así que es es un gran desgaste de energía y estos muchachos deben estar listos para eso en días de juego".

Todo lo que Everest ha visto hasta este momento lo lleva a creer que tiene un grupo que deberá ser excelente en los domingos por venir este otoño.

"El entrenador Nolan me dijo cuando llegué aquí que este es un grupo que hará lo que le pidas", dijo Everest. "Me dijo que ellos quieren hacerlo bien, y he visto eso. Creo que tengo mucha buena gente en este equipo y sé que perderemos algunos cuando hagamos cortes, así que mi meta es hacer de cada uno mejores jugadores. Quiero darles la mejor oportunidad de tener éxito a este nivel porque es una buena vida para ellos".

Viniendo de un hombre que ha sido un educador, un entrenador de baseball y un entrenador de football a cada nivel y en cada liga alrededor del mundo, seguramente lo sabe bien.

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